viernes, 23 de mayo de 2014

Un primer análisis de unas clases

Siempre quise ser profesor de geografía... durante el secundario tuve un excelente profesor que me hizo amar la materia... Los caminos de la vida me hicieron ir por varios rumbos hasta terminar en el profesorado de Informática... Gracias a este último "desvío" en la vida estoy en una carrera que me está preparando para enseñar en la escuela actual y en la escuela del futuro. Gracias porque pienso que la escuela como la vivió nuestra generación y las generaciones pasadas no tiene mucho sustento hoy.
Como profesor de informática voy a poder realizar actividades con el profesor de geografía y enriquecer sus clases y mis clases. Digo geografía como puede ser cualquier materia y hasta con la maestra de grado.

Juego con la ventaja que no necesito disfrazarme de payaso para captar la atención de los alumnos ni tengo que prohibirles el celular en el aula. Creo que dándoles la punta del ovillo para resolver un problema de informática ya tengo toda su atención hasta lograr resolver el problema. ¡El celular sirve para resolverlo también!

A todo esto... qué me acuerdo de mi profesora de Informática del secundario... me acuerdo que nos daba unas guías para trabajar Word que las odiaba por el solo hecho de ser tamaño oficio y no me entraban en la mochila sin doblarse... me acuerdo que el 85% de las actividades ya las sabía hacer sin necesidad de consultar la guía o a la profesora... ¡me acuerdo que yo NO quería ser ese profesor!

2 comentarios:

  1. Historias, preciados recuerdos que nos forman en lo que somos.
    ¿Qué podrías reflexionar acerca de tus recuerdos y las dos posturas pedagógicas de los docentes de la película vista en clase?

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    1. Relacionando mis recuerdos con la dos posturas de la película es sorprendente como se dan en la realidad.
      Tuve maestros y/o profesores que a partir de la empatía ya lograban toda nuestra atención y "hacían lo que querían" con nosotros. Siempre íbamos a responderles, siempre íbamos a hacer las tareas que nos pidieran, y si había alguna actividad extra escolar con ellos éramos los primeros en anotarnos.
      Por otro lado también teníamos profesores "catedráticos" que su única forma de "hacerse valer" era poniendo "unos" en la libreta o haciéndonos prueba sorpresa para aplazarnos a todos. Para esos profesores terminábamos estudiando por "miedo" pero al mismo tiempo de entregar las pruebas nos olvidábamos de todos los contenidos.
      No pienso que lo ideal es que el profesor sea el amigo del alumno (como los padres no deben dejar de ser padres para ser amigos) pero tampoco debe considerar al alumno como un enemigo a quién atacar!

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